Ganar la Copa Oro de la Concacaf es una obligación para la selección mexicana de futbol. Y la mayoría de las veces se ha cumplido con este precepto. De las 11 ediciones de este torneo, los mexicanos han conseguido el primer lugar en 6 ocasiones, contra 4 de los estadunidenses y una de los canadienses.
Pero el hecho de que este campeonato regional haya sido accesible al tricolor no debe quitarle relevancia a lo que hizo la noche del sábado pasado el equipo nacional, dirigido ahora por José Manuel de la Torre.
Uno debe de escribir con mucho tiento cuando de elogiar al seleccionado nacional se trata, pues hay tantos adoradores interesados por ahí que han ensuciado el análisis a tal grado que uno puede quedar embarrado en el lodo de la lisonjería. Pero al mismo tiempo hay que decir que esta escuadra en la que figuran jóvenes como Guardado, Chicharito, Barrera y Giovani, tiene un potencial ofensivo que yo no le he visto a otras versiones del Tri.
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